de Felipe Itriago
La complicidad es el juego del abrazo transformado por las fichas de nuestra pasión, para convertirnos en las manos de los sentimientos, y dominarnos como la candela a la neblina.
Además, coloreando las palabras abrazadas por los azules prohibidos de nuestro pentagrama, te estoy abrazando con la poesía, porque no quiero que te caigas en el abismo de la realidad; la realidad es el desierto.
El afecto es nuestro gran acorde para bailar y cantar elevado del planeta Tierra. Somos el tatuaje de la hermandad y como dos células, formamos la mitosis de la amistad. Las esferas están abrazadas a nuestros versos.

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