de Stefano Carbone
I
Me acabo de encontrar unas fotos,
en las que tú y yo estamos tan cerca,
que parecemos cielo y nubes,
tormenta que nace de un clima sereno.
Sacaste las alas y fabricaste vientos,
a pesar de mi miedo al vacío:
Filosofía,
pensamientos difuminados en el laberinto del ser.
Historia,
rincones olvidados de un mundo que no quise ni querré.
Y elegí el camino escarpado: inventar mi propia histeria,
una elección atrevida, pero siempre mi elección.
Una realidad escondida que las fotos no pueden atrapar.
II
Nada nuevo bajo este sol,
probando e intentándolo otra vez,
a pesar del tiempo y los fracasos,
siguiendo de fe y de pie.
Más allá de confines y naciones.
Todavía queda un hueco en mi alma:
es tu hogar,
un recuerdo que no cabe en estas fotos.
Sangre que une la vanidad de dos inquietos,
terremotos de distintas magnitudes.
Valdrá esta ausencia como la falta de pan y vino,
sustento de alma y cuerpo
para quien nació de campesinos.
Pero aún no me pierdo en el llanto,
nos veremos en el mismo girón:
el de la gente que no teme cambiar su destino.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
Foto
di Stefano Carbone
Ho appena ritrovato alcune foto,
dove io e te siamo così vicini,
che sembriamo cielo e nuvole,
la tempesta che nasce dal sereno.
Hai aperto le tue ali creando venti
nonostante la mia paura del vuoto:
Filosofia,
pensieri confusi nel labirinto dell’essere.
Storia,
angoli dimenticati di un mondo che mai ho voluto né mai vorrò.
E ho scelto un sentiero impervio: inventare la mia isteria,
una scelta audace, ma pur sempre la mia scelta.
Una realtà nascosta che le foto non possono catturare.
II
Niente di nuovo sotto al sole
provando e riprovando,
nonostante il tempo e gli insuccessi,
con fede e restando in piedi,
oltre i confini e le nazioni.
C’è ancora un vuoto nella mia anima:
lì è il tuo posto,
un altro ricordo non registrato in queste foto.
Sangue che unisce la vanità degli irrequieti,
due terremoti di diversa magnitudo.
Questa assenza è come la mancanza del pane e del vino,
sostento dell’anima e del corpo
per coloro che son nati contadini.
Ma ancora non mi perdo nel pianto.
Ci rivedremo nello stesso girone:
quello di chi non ha paura di cambiare il proprio destino.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.