de Stefano Carbone
Miedo, asombro delirio,
frio azul, encarcelado de anhelo.
Me acerco a la aurora,
encarcelado entre estas paredes,
hormigón y betún.
Solo la noche me libra,
dejándome incapaz de comprender
su obscuro infinido.
Un espacio para compartir poesía
de Stefano Carbone
Miedo, asombro delirio,
frio azul, encarcelado de anhelo.
Me acerco a la aurora,
encarcelado entre estas paredes,
hormigón y betún.
Solo la noche me libra,
dejándome incapaz de comprender
su obscuro infinido.
de Stefano Carbone
Te saludé hoy,
a la altura de Cibeles,
como si fueras una amiga
adornada de luz e inmensidad.
de Stefano Carbone
El cielo manchado de lluvia
no alcanza a alejar esta incauta emoción:
la atenta espera para volver a encontrar tu mirada,
cruzar esa calle que nos conoció enamorados
un enlace más fuerte del firme adamantium,
sacro anhelo de la pertenencia,
ineluctable sello de tu pulcro ser.
de Stefano Carbone
Tu mirada: voluptuosa tormenta,
el capricho de Zeus enamorado.
de Stefano Carbone
Alambre de espino,
un lazo hacia al pasado,
Incapaz de perdonar la culpa
que pesa encima del alma.
Llanto por cada vida aniquilada,
cenizas en el viento
en el atardecer de esta humanidad.
de Stefano Carbone
Desconectado,
rodeándome de sentido,
suspenso en espera de ti,
¡Magnífica presencia!
de Stefano Carbone
Saturno y Júpiter,
revolución y poder,
dos llamas opuestas
que me aprestan
hacia un nuevo amanecer.
de Stefano Carbone
Doce noches después Yule,
la Befana volará,
con la escoba cruza cielos
y en tu casa llegará
dona dulces a los buenos
y castigos a quien será
año viejo y festivos
con su magia acabará.
de Stefano Carbone
Poderosa Selene,
cierra este lapso,
para volver a nacer:
lumen de oriente,
flamante devenir.
Triunfo
de pulcro saber.
de Stefano Carbone
Sospiro divino
incerto di silenzi;
mi strazi il cuore,
incapace d’insorger
contro il caos della vita.