de Stefano Carbone Quien sabe a que huele la luna de Kabul, si tiene sabor a frescor de verano que se acaba o a lo mejor a soledad, simulacro de una gran ciudad abandonada o a libertad de alejo, el mismo que impera entre tu y yo, cenizas despedidas en la inmovilidad del aire agostina.Sigue leyendo «La luna de Kabul / La luna di Kabul»