de Stefano Carbone
Me alejo desde esta orilla,
como un soldado que se despide de su hastío.
Fluyo junto a los reflejos del Manzanares;
moderno espejismo de lo que una vez fue nieve.
Un espacio para compartir poesía
de Stefano Carbone
Me alejo desde esta orilla,
como un soldado que se despide de su hastío.
Fluyo junto a los reflejos del Manzanares;
moderno espejismo de lo que una vez fue nieve.
de Stefano Carbone
Que bonita es tu mirada llena de deseo;
una descarga química que se disfraza de fiesta,
y brota entre estos andenes,
como un tren que busca su mejor destino
deprisa, en un tramo que dura
menos de diez minutos.
de Stefano Carbone
Te besaré frente a la playa,
sin buscar remedio para este deseo
que es broquel entre mi cuerpo y les demás.
Marimala
de Stefano Carbone
Camino en un desierto de calles
repleto de soledades compartidas
ahorcadas bajo una cuerda tensa:
la guitarra marchita que me ilusiona el camino,
una brújula que ya no soy capaz de extrañar.
de Stefano Carbone
Regalé muchas flores a mis amores
pero los mejores pétalos los escondí entre hojas,
secretos de puntos y palabras tejidos de noche a escondida.
de Stefano carbone
Hoy canto la rabia, un llanto silencioso, una tormenta sin reparo.
Desato un viento rencoroso, el soplo de todo mi ser, sin freno alguno.
Lo lanzo ahí, hacia al frio oeste, maldiciendo la crueldad de los invasores
que se apremia, ola feroz, contra la vida de inermes ciudades
abandonadas en el invierno de la mera avaricia.
de Stefano Carbone
Si pudiera elegir,
pediría a los Reyes Magos
de llevarme en su viaje de vuelta,
arena de hielo nocturno,
una marcha sin brújula ni norte
después de cumplir mi propósito.