de Stefano Carbone
Me acerco a la ventana
revelando,
reflejo de desgana,
un crepúsculo nublado
que me asombra
de frágil luz:
tiniebla monumental,
detrás de edificios,
hormigón de saturnio gris,
que devora de relato
los senderos efímeros del devenir.
Fugaz,
un parpadeo
me ancla al pasado
antes de dejarlo ir.
Así me despido del año:
fotografiando el ayer,
enfocando lo que quiero,
sin olvidar una esquina escondida,
donde se queda
todo el amor recibido,
que te alimenta,
cual pan comido.
Y así se vuelve
porción de tu ser,
para siempre,
a pesar de la huella
que te atrapa
al frio de un: ‘podía ser’.
Suspiro de un valor,
que guardo dentro,
cual laurel,
clave y puerta
para el infierno.
Que por ahí,
parece,
hay que pasar
si quieres encontrar sustancia.
Delirio moderno
de antiguo saber,
llanto de esteta
incapaz de olvidar su raíz.
Radice
di Stefano Carbone
Mi avvicino alla finestra
rivelando,
riflesso di riluttanza,
un tramonto ombroso
che mi sorprende
di fragile luce:
flagrante oscurità
dietro agli edifici,
cemento saturnino,
che divora il racconto
fra le effimere vie del divenire.
Fugace,
un attimo
che mi àncora al passato,
prima di lasciarlo andare.
Così dico addio all’anno:
fotografando il vissuto,
concentrandomi
su ciò che anelo
senza scordar
un angolo nascosto,
ove dimora
tutto l’amore avuto,
che nutre,
come soffice pane.
Così
diventa parte di te,
per sempre,
nonostante il segno
che ti lega ancora
al freddo di un: «poteva essere».
Sospiro di valore
che occulto dentro
quale alloro,
chiave e porta
per l’inferno.
Che da lì,
sembra,
dovrai passare
per trovar sostanza.
Delusione moderna
di antica conoscenza,
il pianto di un esteta,
incapace di dimenticar
la sua radice.

Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.